miércoles, 16 de octubre de 2013

Educación artística decadente







     La primera actividad propuesta para esta clase consistía en la elaboración de un mural en el que se escribirían una serie de palabras sacadas de dos textos propuestos de antemano en los que se habla de la educación artística desde diferentes puntos de vista: 



     - El aprendizaje como práctica artística.  José Parreño Conferencia inaugural del Curso 2011
2012 del Master en Investigación, Arte y Creación de la Facultad de Bellas Artes UCM.
Las palabras que escogí de este texto fueron: "neurosis", ocurrencia, prestidigitador, vida y obra y autodidáctico.




    - C el Cultural: textos de Adrián Searle, P. Achiaga, J. Hontoría, Cabello/Carceler, Cristina Lucas, Jose Luís Brea y J. Miguel Cortés.  Y las que recogí de este otro texto fueron: aulas vacías, méritos, plazas vitalicias y genialidad. 


 

   A medida que avanzaba el debate se hablaron diferentes cuestiones relacionadas con el discurso que se plantea en los textos a través de las palabras que habíamos elegido.  Entre otras cosas, se habló del modelo de educación artística de la Facultad de Bellas Artes de la UCM como introducción a la charla a la que asistiríamos más tarde en el EspacioTrapezio.







   
PARLAMENTO. La Universidad como cultivo artístico

El papel de la Universidad:
¿Debe ejercer activamente como intermediario entre el alumnado y el sector?
¿o al tratarse de un organismo de la educación pública
debe tener una postura más pasiva actuando como espectador
a la espera de observar los resultados fruto de su labor didáctica?


 Durante el transcurso de esta charla se hablaron diversos temas, propuestos por el Colectivo Banquete en el espacio Trapecio, concernientes al ámbito profesional de la universidad, más concretamente, de la facultad de Bellas artes de la UCM. 

 En el debate intervinieron varios profesionales del mundo del arte como galeristas, profesores, doctorados o artistas.  Se habló, entre otras cosas, de los posibles caminos que puede seguir una persona que acaba de graduarse en Bellas Artes.   Un ejemplo de ello fue la intervención de una mujer que acababa de terminar su tesis doctoral y que planteaba diversos fallos de la facultad y su evidente rechazo a esta.  Hablaba además del gran absurdo que supone en la educación pública la necesidad de seguir ciertas “rutas” o caminos prefijados de antemano si se quiere llegar a un objetivo concreto como, por ejemplo, la docencia. 

 Se planteó, a mi modo de ver, una propuesta muy interesante que hablaba de un aprendizaje artístico basado no tanto en la educación en el ámbito académico sino más bien como un recorrido más personal que el alumno sigue según sus intereses a través de colectivos o agrupaciones.  Así la trayectoria educativa no sería algo tan académico, hermético y concretado de antemano por instituciones públicas o privadas, sino que dependería en su gran totalidad de cada estudiante, de los intereses personales y de la motivación con la que se hagan las cosas.  A mi modo de ver esto sería el planteamiento ideal, ya que habría movimiento, curiosidad, motivación, ganas de seguir adelante con proyectos personales.  Sin embargo la triste realidad es que la “titulitis” española y el miedo innato a lo desconocido hace de este sistema algo inviable de momento.

  Por otro lado se tocó el tema de la falta de compromiso por parte de un alumnado dormido y sin motivación por cambiar las cosas.  Bajo mi punto de vista lo que nos falta a todos los estudiantes es una falta de perspectiva brutal dentro de la facultad, ya que no somos conscientes del caldo endogámico en el que nos cultivamos.  Yo veo la facultad como una corte medieval en la que el profesorado, a modo de nobleza, se entretiene en intrigas de palacio y discusiones milenarias que lo único que hace es frenar el avance de la universidad y nuestro propia formación.  De la misma forma pienso que fuere como fuese el planteamiento de la facultad, no quedaríamos contentos nunca.

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